domingo, 8 de febrero de 2015

El endeudamiento es uno de los principales problemas a los que se enfrentan las decisiones de política económica siendo épocas turbulentas como la actual las que ponen en evidencia su importancia. Estos problemas se originan por la incertidumbre de los mercados sobre la capacidad de pago de determinados países y sus consecuencias sobre el sistema económico.

Teóricamente estas situaciones no deberían producirse ya que el endeudamiento mediante financiación externa tiene como finalidad hacer frente a unos gastos superiores a los ingresos que posteriormente serían devueltos. Muchos países utilizan este recurso para hacer frente a problemas en la economía siendo políticas expansivas financiadas mediante deuda el recurso más usado.

Pero esta situación teórica no es la que se produce en la actualidad ya que hay evidencia que demuestra que el endeudamiento persiste en muchos de los países en sus etapas expansivas(etapas en las que deben generar excedentes monetarios para devolver esa deuda).

¿Qué es lo que ocurre concretamente en la actualidad?

El panorama internacional se caracteriza por la existencia de países que poseen un endeudamiento que podríamos calificar de endeudamiento persistente ya que no están capacitados para hacer frente a esas deudas en un horizonte a medio-largo plazo aunque se encuentren en entornos altamente favorables.

Fuente: http://cdn4.gurusblog.com/jordi/wp/wp-content/uploads/2012/01/deuda-gobierno.jpg

Queda reflejado en este gráfico el nivel de endeudamiento sobre el PIB de los gobiernos en tanto por ciento. ¿Qué quiere decir esto? que si, por ejemplo, el PIB de Japón es de dos millones de euros aproximadamente 4 millones de euros son deuda que tiene que ser pagada.

Esta situación de excesivo endeudamiento puede ser mantenida en el tiempo mediante el recurso a la refinanciación emitiendo bonos y deuda permitiendo pagar a los antiguos acreedores mediante el establecimiento de nuevos acreedores.

A priori esta situación no parece perjudicial para la economía siempre y cuando los países paguen periódicamente y reduzcan ese elevado volumen de deuda. La realidad muestra que se recurre a la refinanciación para poder seguir manteniendo las deudas ya que en ocasiones es imposible poder hacer frente a ellas teniendo como consecuencia el aumento de su volumen.

Ejemplo de esto son algunos países en desarrollo que al recurrir a los mercados u otros organismos han visto como el valor de sus préstamos se han duplicado fruto de las condiciones y las clausulas abusivas de estos préstamos.

Casos como el anterior son los que anteriormente se han calificado como de endeudamiento persistente en los que es poco probable que se puedan hacer frente a los pagos y lo más posible es que se tenga que recurrir a quitas o defaults.

No sólo se dan estos casos en países en desarrollo, si nos remontamos a 2010 y la crisis de la deuda soberana que tuvo lugar hizo más que evidente el conjunto de desequilibrios al plantearse un colapso del sistema financiero ante el posible impago de numerosos países.
Fuente: http://www.datosmacro.com/prima-riesgo/espana

La interconexión entre los mercados financieros es la causa de problemas como este ya que o bien pueden generar sinergias beneficiosas o, por otro lado, surgen efectos cadena o contagio no tan deseables. Estos efectos surgen cuando los bancos centrales o empresas privadas vinculadas a estos poseen en sus carteras valores representativos de deuda de diferentes países provocando, en caso de que uno de ellos se declare insolvente, el efecto puede contagiar a varios agentes económicos y estos a su vez a otros.

Concretamente,  las quitas de deuda u otros tipos de acuerdos(como el de Grecia o el default argentino) ponen patas arriba los mercados de deuda fruto del temor ante un posible efecto contagio o un impago.

El gran problema del endeudamiento es que acabar con él requiere un arduo esfuerzo para los gobiernos teniendo que recurrir a devaluaciones internas u otros tipos de actuaciones de poco calado social.

Se desprende de todo esto que los países antes de recurrir a la financiación externa deben llevar a cabo una exhaustiva evaluación sobre sus capacidades de pago y sobre los posibles efectos de ese gasto ya que en caso de no generar valor añadido necesario para devolver ese dinero, de lo contrario, simplemente provocarán problemas cómo inflación en periodos en los que la economía se encuentra entre la espada y la pared.


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